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2. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
De la Crisis a la Estafa. Del Prozac al
Lluís Mangot Sala1 La Plataforma d'Afectats per la Hipoteca ha esdevingut el moviment més potent dels últims dos anys en termes d'impacte en les estructures polítiques i econòmiques, així com de presència als mitjans de comunicació de l'Estat. A partir d'una perspectiva que combina l'anàlisi estructural del context en què apareix i es desenvolupa la PAH, amb un anàlisi més centrat en els mèrits del propi moviment a l'hora de construir i socialitzar un "framing" alternatiu del que ha significat la crisi econòmica per a la majoria de la població, l'article aprofundeix en els impactes de la Plataforma, a l'hora que indaga en els motius del seu èxit en termes de mobilització, notable sobretot en comparació amb altres col·lectius de la òrbita del 15M, el poder de convocatòria dels quals s'ha anat reduint paulatinament mentre que el de la PAH no deixava d'augmentar. Paraules Clau: Moviments Socials, PAH, Desnonaments, 15M, Deute, Crisis Econòmica. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca se ha convertido en el movimiento más potente de los últimos dos años en términos de impacto en las estructuras políticas y económicas, así como de presencia en los medios de comunicación del Estado. A partir de una perspectiva que combina el análisis estructural del contexto en que aparece y se desarrolla la PAH, con un análisis más centrado en los méritos propios del movimiento a la hora de construir y socializar un "framing" alternativo de lo que ha significado la crisis económica para la mayoría de la población, el articulo profundiza en los impactos de la Plataforma, a la vez que indaga en los motivos de su éxito en términos de movilización, especialmente notable en comparación con otros colectivos de la órbita del 15M, el poder de convocatoria de los cuales se ha ido reduciendo paulatinamente mientras que el de la PAH no dejaba Palabras Clave: Movimientos Sociales, PAH, Desahucios, 15M, Deuda, Crisis Económica. The "Plataforma de Afectados por la Hipoteca" (Platform of Mortgage Victims) has turned into one of the strongest movements of the last two years in Spain in terms of its impact on the political and economic structures, as well as its presence in the mass media. Parting from a perspective that combines a structural analysis of the context in which the PAH is born and raised, with an analysis focused on the achievements of the Platform when it comes to create and socialize an alternative "framing" of what the crisis meant for most of the population, this article explores the impacts and achievements of the PAH and it deepens on the causes of their success in terms of mobilization, specially noteworthy in comparison with that of other 15M and "Indignados"-related movements, whose presence in the public space has gradually diminished, whereas the Plataforma's keeps growing. Keywords: Social Movements, PAH, Evictions, 15M, Debt, Economical Crisis.
1.- Introducción

El diseño y la elaboración de este artículo han ido transformándose en paralelo al convulso y cambiante panorama político, económico y social del Estado español en los últimos meses. Cuando, a finales de 2012, empecé a dar forma a esta investigación, mi idea inicial era hacer un estudio comparativo entre tres de los colectivos más Licendiado en Sociología por la UAB y Màster de Recerca en Sociologia por la UB. CLIVATGE, número2, 2013


potentes -o así lo parecían entonces- de entre los que, directa o indirectamente, habían surgido alrededor del fenómeno 15M: los "iaioflautas", la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y Democracia Real Ya (DRY). El objetivo, pues, era elegir tres perfiles bien diferentes de colectivo con tal de analizar, especialmente, sus discursos: siguiendo las perspectivas del "framing" o los marcos de significados, me propuse analizar la manera como éstos elaboraban un diagnóstico de la situación que atravesaba el país, qué propuestas -o pronóstico- de transformación presentaban y cómo llamaban a la población a movilizarse. La idea, pues, era ver en qué se parecían y en qué se distinguían entre ellos y el objetivo identificar un posible origen en sus diferentes grados de éxito en la capacidad de movilización: tal vez -ésta era la hipótesis inicial- el diagnóstico era mucho más sólido que el pronóstico y eso explicaría que algunos perdieran fuerza por el camino. El rumbo que ha tomado la acción colectiva y la presencia de los movimientos sociales en el espacio público en los últimos meses en España y en Cataluña hizo que optara por centrarme en el colectivo que, parece claro a día de hoy, ha protagonizado más y más contundentes acciones, el que más presencia mediática ha tenido y el que, probablemente por la conjunción de ambas, mayores impactos ha tenido en el ámbito social, político y jurídico: la PAH. Un colectivo que, además, nace antes del 15M y que, como veremos, reconoce la aportación indiscutible del mismo a su capacidad de movilización, pero del que, a la vez, de algún modo se reclama independiente, sobretodo en el caso del contexto catalán. A estas alturas podríamos pensar que la hipótesis inicial no iba desencaminada y tal vez a colectivos como DRY, quizás al 15M en general, le faltó afinar su pronóstico y presentar propuestas concretas de transformación que resultaran, a la vez, creíbles y viables y que conectaran, así, con la mayoría de la población, cosa que su diagnóstico ya había conseguido2. No obstante, y volviendo al convulso escenario del Estado español, la realidad ha hecho que mi hipótesis inicial resultara, por lo menos, incompleta. Y es que los desahucios masivos -hablamos, según algunas fuentes, de más de 400.000 ejecuciones hipotecarias desde que empezó la crisis3-, un paro que supera los 6 millones de ciudadanos y que, por si fuera poco, cada vez parece más estructural y menos estacionario, por no hablar del exilio masivo de jóvenes aparentemente 2 Así lo indicaron varios sondeos de opinión: a 2 de junio de 2011, según Metroscopia, el 81% de los encuestados afirmaban que los activistas del 15M "tienen razón"; según The Cocktail Analysis, un 88% afirmaban estar de acuerdo con el movimiento y un 83% que el 15M debía continuar. Resultados disponibles en Castells (2012: 121-122). Según datos del Consejo General del Poder Judicial. De todas maneras, se trata de datos poco específicos que, por ejemplo, no discriminan entre tipo de inmueble desahuciado, por lo que resulta difícil saber el número exacto de primeras viviendas: CLIVATGE, número2, 2013


(sobre)cualificados al extranjero, hacen que centrarse únicamente en los discursos de los colectivos y no tener en cuenta también el contexto estructural en que éstos nacen y operan sea un análisis algo reduccionista. De la misma manera, un análisis meramente estructural que pase por alto, por así decirlo, los "méritos" propios de un movimiento, en este caso la PAH, a la hora de conectar con la gente, de crear consenso y de conseguir tal grado de movilización ciudadana resultaría demasiado limitado. Así lo admitía Tarrow en su última edición de El Poder en Movimiento, al afirmar que: [E]l giro cultural resulta una refrescante desviación del estructuralismo que había supuesto un pesado lastre en análisis previos de la acción política colectiva, pero si no consigue conectar los marcos, la identidad y las emociones con el proceso político, corre el riesgo de resultar tan determinista como su predecesor estructuralista. (Tarrow 2012: 273) Hay numerosos ejemplos recientes que ilustran la necesidad de encontrar una síntesis: una perspectiva únicamente centrada en los "frames" y la creación de consenso por parte de los colectivos, difícilmente podrá explicar el fracaso, en términos de movilización en la calle, de la última campaña de uno de los colectivos pioneros del 15M: "Juventud Sin Futuro". Éstos iniciaron en febrero-marzo de 2013, por lo tanto en un contexto de paro de más de la mitad de los jóvenes y de exilio masivo, la campaña "No nos vamos. Nos echan"4 para denunciar la inacción del gobierno y los efectos de las políticas de austeridad sobre el empleo y la inversión pública, en definitiva sobre el futuro de los jóvenes. Se trata de una campaña con un marketing político impactante y un diagnóstico potente y que, sin duda, tocaba la fibra a muchos jóvenes, prueba de lo cual es que tuvo una gran repercusión en las redes sociales. Sin embargo, un colectivo con más de 100.000 "agregados" en Facebook logró reunir a poco más de 100 personas en la Plaça de Catalunya de Barcelona y otras tantas en la Plaza del Sol de Madrid contradiciendo, así, las previsiones de los sectores más entusiastas de las nuevas tecnologías y el supuesto funcionamiento "en red" del movimiento. Sin duda, algún elemento había en el contexto que impedía la movilización de la gente en la calle. En la dirección contraria, un análisis meramente estructural resulta insuficiente para explicar por qué el colectivo de personas desahuciadas se ha organizado de la manera que lo han hecho y no, en cambio, otros colectivos claramente damnificados por la crisis y por los recortes impuestos por la Troika, por ejemplo, los parados. No es difícil establecer una relación con la idea de "economía moral" de E.P. Thompson (en Tarrow, 2012: 61) según la cual la gente se rebela, no ya por la existencia de unos agravios, sino porque, con ellos, se ha cruzado la línea de lo "aceptable", cosa que implica la existencia de una relación con la esfera cultural (ibíd.: 61-62): así, con el tema de los desahucios y, especialmente, el endeudamiento5 se ha 4 Tal como me recuerda Guillem Domingo en la entrevista efectuada, el hecho de que en España no exista la dación en pago como saldo de la deuda contraída supone una diferencia abismal en términos de impacto social y personal del proceso de desahucio: eso permitiría, según él, CLIVATGE, número2, 2013


cruzado dicha línea de lo "socialmente aceptable" y, además, ha habido un colectivo que ha sabido explicar y convencer a cientos de miles de personas de que esta línea había sido cruzada cosa que, por algún motivo, no han logrado los colectivos encargados de representar al colectivo de parados, como sindicatos o partidos. Es por ese motivo que este trabajo es un intento por analizar la Plataforma de Afectados por la Hipoteca desde una triple perspectiva: - Desde un análisis que podríamos denominar macrosocial o estructural, centrado en analizar cuáles han sido las oportunidades políticas susceptibles de ser aprovechadas por el movimiento y cuáles las amenazas que debía sortear y que el convulso contexto político y económico ofrecía. - Desde una perspectiva microsocial, centrada en estudiar cómo la PAH ha transformado la definición hegemónica de conceptos como crisis económica o derechos como la vivienda y cómo ha sabido movilizar a la gente creando un movimiento social de gran impacto social y político. - En tercer lugar, una vez analizadas, por así decirlo, estructura y agencia, o contexto y construcción de consenso, un tercer bloque del artículo irá destinado a analizar cuáles han sido los efectos principales de la movilización de la PAH y en qué esferas de la vida política, social y económica ha tenido ésta una mayor incidencia. Para ello, un modelo teórico que David S. Meyer utilizó para analizar los movimientos anti-nucleares alemanes de los años 80 servirá para identificar y profundizar en aquellos logros del movimiento que puedan considerarse más exitosos. El artículo parte, pues, de la construcción de un modelo teórico que permite acercarse al fenómeno en cuestión, dando respuesta a los diferentes objetivos de la investigación. Prácticamente ya desde el inicio del mismo, se da un diálogo constante entre la teoría y los hechos empíricos y los resultados obtenidos del trabajo de campo, aunque será en el apartado dedicado al frame analysis y a la creación de consenso por parte de la PAH en el que más ampliamente se expongan los resultados del análisis del discurso obtenido mediante entrevistas y fuentes secundarias. Dicho esto repasemos, en primer lugar, cuál ha sido la trayectoria de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, de qué otros colectivos ha bebido y cuáles son sus principales alianzas en los últimos años. 2.- La Plataforma de Afectados por la Hipoteca
El antecedente inmediato de la PAH lo encontramos en un colectivo aparecido a mediados de la década de los 2000 y que fue clave en la denuncia de la especulación entender por qué en los Estados Unidos, pese a constituir los desahucios un problema de ámbito parecido al del Estado español, no se ha traducido en movilización masiva como sí ha ocurrido aquí: por lo menos allí las personas no quedan endeudadas de por vida después de haber perdido la casa. CLIVATGE, número2, 2013


y la burbuja inmobiliaria y la reivindicación de "sacar a la vivienda del mercado"6: V de Vivienda. Un colectivo altamente heterogéneo, nacido en mayo de 2006, cercano a las recién creadas Oficinas de Derechos Sociales7 y que consiguió una importante capacidad de movilización durante los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria y de la crisis financiera. Dos de sus activistas, Ada Colau y Adrià Alemany -actuales portavoces de la PAH- resumen las acciones del colectivo de la siguiente manera: Allí donde el discurso dominante negaba la burbuja, V de Vivienda la señalaba con el dedo. Allí donde el discurso hegemónico hablaba del milagro español, V de Vivienda veía solo un espejismo. Allí donde los poderes políticos veían crecimiento y creación de puestos de trabajo, V de Vivienda denunciaba deudas y precariedad laboral. Allí donde unos veían pan para hoy, V de Vivienda presagiaba hambre para mañana. (Colau & Alemany, 2012: 88) Precisamente V de Vivienda es un colectivo en el que se reconocen ya las nuevas formas de organización y funcionamiento que posteriormente caracterizarían el 15-M: campañas comunicativas ingeniosas que rompen con los discursos y la estética de la izquierda tradicional8 o la importancia de la red en su configuración. De la misma manera, fue también el embrión de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que nace en Barcelona en 2009, pero que recibirá un gran impulso con las alianzas estratégicas nacidas de la ola de movilizaciones de 2011 - especialmente en Madrid-, que coincide con el empeoramiento de las condiciones de vida de una gran mayoría de la población y que extenderá a todo el Estado la campaña "Stop Desahucios" (ibíd.: 104), iniciada en Catalunya para parar el drama de las ejecuciones hipotecarias. Pero ¿cómo y por qué nace la PAH? En octubre de 2008 tiene lugar en Barcelona la jornada llamada "No dejaremos que los Bancos nos echen de casa" que será la semilla del proyecto que, poco después, se convertirá en la PAH (Colau & 6 El mérito añadido de V de Vivienda es haber llevado a cabo estas protestas en un contexto de euforia neoliberal en que el discurso mayoritario era "cómprate una casa y aprovecha la hipoteca para cambiarte el coche". A mi entender, es uno de los colectivos a los que hay que recordar cuando se afirma, hoy en día y desde muchos sectores, aquello de que "nadie sabía que iba a ocurrir lo que posteriormente ocurrió". Las "Oficinas de Derechos Sociales" fueron una iniciativa conjunta de una serie de centros sociales auto-denominados "2.0" -para distanciarse de los centros sociales okupados tradicionales- de diferentes puntos del Estado español, el objetivo de las cuales era promover la defensa de los derechos sociales básicos y denunciar la creciente precariedad que sufrían amplias capas de la población, articulando un nuevo tipo de "sindicalismo social". Para un resumen de qué fueron las ODS, véaseUn artículo más extenso, escrito por los propios activistas, en el que se hace hincapié en el derecho a la vivienda, es: Pensemos en el lema "No tendrás una casa en la puta vida", la estética llena de color (amarillo, en este caso) o el superhéroe "Supervivienda", inspirado en la película "V de Vendetta", que interrumpía los actos electorales de los candidatos a las elecciones municipales del 2007 (Colau & Alemany, 2011: 88). CLIVATGE, número2, 2013


Alemany, 2012: 92). Como explican Colau y Alemany, la movilización busca responder, de esta manera, a un panorama que se está transformando radicalmente y, lo que es más importante, que se transformará todavía más según sus previsiones. Ya no se trata solamente de que los jóvenes precarios no tengan acceso a una vivienda digna, sino que con el estallido de la burbuja y la crisis financiera la situación se ha vuelto bastante más extrema: un gran número de familias hiper-endeudadas después de años de políticas enfocadas a fomentar la compra de la vivienda, no pueden -y no podrán- pagar la hipoteca a causa del desempleo que no deja de aumentar. Eso hace que empiece el drama de los desalojos hipotecarios y los posteriores desahucios, a los que el recién nacido colectivo, la PAH, pretende plantar cara. Cabe destacar, pues, la capacidad de previsión de las personas que iniciaron la Plataforma: sin duda gracias a los conocimientos y experiencia obtenidas a lo largo de los años de activismo en V de Vivienda o en otros organismos afines -como las ODS o el Observatori DESC-, los que podríamos llamar "pioneros" de la PAH empiezan a construir un diagnóstico prospectivo de algo que justo está empezando: en el último trimestre de 2008, cuando tiene lugar dicho encuentro fundacional, los desahucios han dado un salto cualitativo, pasando de las anteriores cifras cercanas a los 12.000 por trimestre a ser más de 21.000. No obstante, como se aprecia en el gráfico, los grandes picos de ejecuciones hipotecarias y sus posteriores desahucios todavía tardarían dos y tres años en llegar, siendo el segundo trimestre del año 2012 la cúspide de los desahuicios, con casi 30.000: Ejecuciones Hipotecarias Presentadas por el Tribunal Superior de Justicia *Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Consejo General del Poder Judicial CLIVATGE, número2, 2013


Dejando de lado el mérito que supone empezar a denunciar una situación en fase embrionaria, el cambio de paradigma, el pasar de representar a jóvenes precarios para incluir a familias en riesgo de desahucio supone, empleando la terminología de Tarrow (2012), nuevas oportunidades a la vez que nuevas amenazas para la acción colectiva de la PAH. Por un lado, la crisis hace que caigan mitos como que comprar es la mejor opción y que "la vivienda nunca baja de precio"; la situación afecta cada vez a una capa más amplia y diversa de la población, con lo que el movimiento tiene un gran número de nuevos aliados potenciales y, a su vez, la legitimidad política de los dos principales partidos españoles, PP y PSOE, no deja de deteriorarse, lo que abre nuevas oportunidades para la movilización de la PAH. Por otro lado, no obstante, el perfil de la población afectada por los desahucios hipotecarios ya no es el de joven precario sino el de familias enteras, muchas de las cuales nunca han tenido nada que ver con ningún tipo de activismo. El primer reto -y sin duda uno de sus grandes logros- es, por tanto, convertir a esas nuevas capas de la población afectada en activistas del movimiento y, además, socializar y des-individualizar el problema de los desahucios, en el sentido de enmarcarlo en el contexto de una "estafa" o "fraude" colectivo orquestado por las entidades financieras con tal de maximizar sus beneficios. Como explica Colau, en las primeras asambleas abiertas de la PAH se hizo evidente el hecho de que los y las afectadas, más que responder al perfil de persona indignada, respondían al de individuo derrotado, con un gran sentimiento de culpabilidad por haber llegado al punto de poder perder su casa y quedar, además, con una deuda de por vida. Obviamente, el discurso oficial que seguía repitiendo que estas personas "habían vivido por encima de sus posibilidades" no hacía más que acentuar esa sensación de culpabilidad. Este es un aspecto crucial de la acción colectiva impulsada por la PAH, porque la asociación va a convertirse en movimiento en ese punto, y lo hace mediante el despliegue de diversas campañas, un método que se ha revelado como muy eficaz para operar el cambio de framing descrito. En el contexto citado aparece la primera campaña de la Plataforma, bautizada con el nombre "Este banco estafa, engaña y echa a la gente de su casa", que se inicia en abril de 2009 y el objetivo principal de la cual es, precisamente, socializar el problema y denunciar lo que ellos consideran un fraude hipotecario que afecta a cientos de miles de personas a la vez que enriquece a las élites de la banca y a los grandes constructores. Se trata, pues, de una primera campaña destinada, en la terminología utilizada por los propios activistas, a "empoderar" a las personas afectadas y posibilitar, así, la organización de las mismas para presionar juntos a bancos e instituciones. CLIVATGE, número2, 2013


A estas alturas son todavía pocas las diferentes Plataformas que hay alrededor del Estado español: a la primera PAH de Barcelona se han sumado diferentes grupos en ciudades del área metropolitana, siendo Terrassa y Sabadell las primeras en crearse. Los intentos iniciales de exportar el movimiento a Madrid resultan poco fructíferos, tal como comenta Guillem Domingo9 en la entrevista, puesto que la inexistencia de un trabajo previo de construcción de un diagnóstico compartido hace que las propuestas de la PAH parezcan inasequibles. En cambio, en la zona de Murcia sí hay un grupo de personas afectadas, más o menos cercanas a las luchas agrarias, que se organizarán alrededor de la PAH Murcia. En el contexto de crecimiento inicial del movimiento aparece la siguiente gran campaña de la Plataforma: ésta llegará más de un año más tarde cuando, en noviembre de 2010, la PAH decide iniciar la campaña "Stop Desahucios", consiguiendo paralizar el primer desahucio del Estado, en la Bisbal del Penedès. La nueva campaña responde a un cambio de mentalidad de los propios activistas: En aquell moment s'estava treballant molt el missatge de "la llei és injusta. què ha passat aquí?". Però clar, sobretot quan es comença a descobrir l'efecte així més "d'apisonadora" dels desnonaments, doncs aquesta imatge colpidora, combinada amb una imatge de desobediència de: "No no, és igual el que digui la llei. Mentre no canvieu la llei nosaltres no permetrem això." Jo crec que aquí es genera un "clic" bastant important." (Extracto de la entrevista realizada a Guillem Domingo). Por otro lado, el hecho que entre una campaña y otra transcurra tanto tiempo parece ser un indicador claro del trabajo lento y constante que ha llevado a cabo la Plataforma desde sus inicios hasta los últimos dos años -especialmente el último-, cuando los acontecimientos se aceleran de manera notable. A día de hoy, agosto de 2013, la PAH declara haber paralizado más de 725 desahucios y el índice de éxito en las negociaciones con las entidades bancarias no ha dejado de aumentar. Otra de las grandes campañas de la PAH, y probablemente la que le dio mayor eco mediático y social, llega unos meses después, en marzo de 2011, cuando se inician los trámites para el registro de la propuesta de Iniciativa Legislativa Popular impulsada por la Plataforma. El objetivo es conseguir la dación en pago retroactiva, paralizar los desahucios y convertir los pisos vacíos en un banco de alquiler social. Un segundo objetivo, probablemente no menos importante, es definir un horizonte de actuación para los activistas de la PAH y crear debate público. Cuando unos meses después llega el fenómeno del 15M, las asimetrías regionales en el trabajo previo en términos de análisis de la situación, diagnóstico, 9 Guillem fue de los primeros en formar parte, junto a Ada Colau, Adrià Alemany y otros, del "núcleo" de la PAH de Barcelona. Fue también el promotor del primer "nodo" de la red PAH fuera de su núcleo, creando la PAH de Terrassa a finales de 2009. Guillen Domingo forma parte de los seleccionados para realizar las entrevistas que hemos utilizado aquí como fuente de información. Véase los datos de las entrevistas realizadas al final de este documento. CLIVATGE, número2, 2013 propuestas y capacidad movilizadora hacen que, mientras que en Madrid las acampadas actúen como el gran elemento coordinador de la campaña anti- desahucios, en Catalunya sean, en muchos casos, las "Comisiones de Vivienda" de las acampadas las que se integran en las ya existentes Plataformas de Afectados para seguir paralizando desahucios. En ambos casos, eso sí, el aumento de activistas y de eco mediático es notable (como refiere uno de los entrevistados, Guillem Domingo). La cuarta gran campaña de la PAH llega en diciembre de 2011 cuando, sin duda animados por el nuevo ciclo de protestas, se decide inaugurar la llamada "Obra Social de la PAH" que consiste en "recuperar" -es decir, ocupar-10 viviendas vacías de nueva construcción propiedad de los bancos -especialmente los nacionalizados o "rescatados" con dinero público- para alojar a personas o familias que han sufrido un desahucio. Actualmente se calcula que más de 630 personas han sido realojadas por la obra social de la PAH11, la gran mayoría en ciudades catalanas como Terrassa, Sabadell, Girona y, más recientemente, Barcelona. Finalmente, la última gran campaña, y también la más polémica, empieza a finales de febrero de 2013 bajo el nombre "Hay vidas en juego", aunque ha sido más conocida bajo el nombre de "escraches": la Plataforma inicia una campaña de "presión y señalamiento público contra los culpables del genocidio financiero",12 lo que les cuesta, por un lado, una campaña de criminalización y difamación por parte de los medios de comunicación y el partido en el gobierno pero que, sorprendentemente, no impide que su reconocimiento y apoyo entre la población deje de crecer.13 Precisamente para entender la importancia y el alcance que tiene la PAH como movimiento, resulta muy útil la definición de Movimiento Social que hace Charles Tilly (1999: 261), para el cual hay cuatro elementos básicos que componen la fuerza de los mismos: su Valor o "valía" (worthiness), entendido como la capacidad del movimiento para erigirse como actor "digno", con aliados representativos y con la 10 Desde la Plataforma procuran no utilizar este término para distanciarse del movimiento okupa "tradicional", lo que indica también qué tipo de movimiento quieren construir y, a su vez, de qué tipo de movimiento prefieren distanciarse. Como diría Colau en la entrevista para el Observatori del Conflicte Social (disponible enminuto 10'): "La PAH s'alimenta sobretot dels sectors més oberts d'alguns moviments anteriors" (refiriéndose a V de Vivienda que, según Colau, igual que la PAH, responde a una experiencia de politización de gente previamente "no-politizada" en el cual otros movimientos tradicionales, como el movimiento okupa, tuvieron poca incidencia). En la página web de la PAH van actualizándose el número de desahucios paralizados por la Metroscopia publicaba, en abril de 2013, un sondeo según el cual el 68% de los votantes del PP justificaría los escraches: http://blogs.elpais.com/metroscopia/2013/04/el-78-de-los- CLIVATGE, número2, 2013 evidencia de haber sufrido una injusticia; su Unidad, visible en forma de eslóganes, símbolos, uniformes, etc.; su Número, representado en la ocupación de espacios públicos o la firma masiva de peticiones colectivas; y, finalmente, su Compromiso en forma de acciones de cierto riesgo -legal, físico. - y de la expresión de la intención de seguir con la movilización a pesar de las amenazas. El caso es que, analizando los cuatro años y medio de movilizaciones de la PAH, no resulta difícil traducir los cuatro elementos que definen la Fuerza de un movimiento en las acciones concretas que ha llevado a cabo la Plataforma: por poner solo algunos ejemplos, tienen una estética claramente reconocible -el verde, el símbolo contra los desahucios, el lema "Sí se puede", etc.-, han conseguido 1,5 millones de firmas para una ILP, han ocupado decenas de bloques enteros de viviendas, han expresado constantemente su intención de continuar paralizando desahucios y presionando a las entidades financieras para que acepten la dación en pago de las personas afectadas por los desalojos inmobiliarios y sus asambleas no han dejado de crecer en número. Por si fuera poco, con el desarrollo de la PAH parece que se produce un incremento en paralelo de los cuatro elementos básicos de los que nos habla Tilly, cuestionando así la teoría del autor que afirma que, al crecer un movimiento, inevitablemente los elementos que forman su fuerza se contradecirán: así, por ejemplo, para crecer en número deberán reducirse los requerimientos en compromiso (Tilly 1999: 263). Pero ¿no podemos afirmar, en el caso de la PAH, que el movimiento ha crecido en valor -o reconocimiento-, en número, en unidad y en compromiso? Parece claro que sí, lo que puede llevarnos a pensar que, por un lado, es un movimiento extraordinariamente potente y que ha sabido articular muy bien los cuatro elementos tilleanos para conseguir que crezcan en paralelo; y, por otro lado, que el contexto estructural es también extraordinario, en el sentido que las oportunidades y amenazas políticas que se han desencadenado con el estallido de la crisis económica son de una magnitud sin precedentes. Profundizar en la comprensión de cómo la PAH ha desarrollado su potencial movilizador permitirá identificar mejor cuáles han sido los efectos del movimiento sobre las instituciones del Estado español en los dos últimos años, especialmente sobre la esfera política y la judicial, puesto que son las dos más directamente relacionadas con los desahucios o la paralización de los mismos, objetivo para el cual será necesario revisar los discursos y elementos simbólicos del movimiento -lo que Snow y Benford llamaron "frames" (1992) o marcos interpretativos-, construidos y utilizados por el colectivo. CLIVATGE, número2, 2013 Pero antes, vamos a repasar el contexto estructural en el que nace y crece la Plataforma a través del prisma de los teóricos de la perspectiva conocida como de las "Estructura de Oportunidades Políticas". 3.- El contexto de crisis: oportunidades políticas y amenazas a la
movilización

A modo de ubicación teórica, se exponen a continuación cuáles son los supuestos teóricos de la perspectiva de las Estructuras de Oportunidades Políticas (EOP), una de las más importantes del estudio de los Movimientos Sociales y la Acción Colectiva, junto con las teorías del marco o framing y la escuela de la Movilización de Recursos (Neveu, 2002; Tarrow, 2012). Sidney Tarrow, en su gran obra El Poder en Movimiento, toma una cita de Tocqueville que, a mi entender, resume perfectamente el supuesto principal de dicha perspectiva: "el momento más peligroso para un mal gobierno es aquel en el que intenta corregir sus métodos" (en Tarrow, 2012: 274). Es decir, lo que la perspectiva de la EOP nos indica es que, en contra de lo que el sentido común acostumbra a señalar, la movilización no se produce necesariamente cuando la población sufre un mayor malestar o un mayor conflicto entre sus intereses y el de otros grupos contendientes como pueden ser, por ejemplo, las élites políticas; sino que la acción colectiva y la movilización se producen más bien cuando se da un contexto estructural -o unas "oportunidades políticas"- que favorece el avance de la movilización. Es decir que lo que los autores de la EOP subrayan es que la gente no necesariamente se manifiesta cuando está peor en términos objetivos, sino cuando tiene la percepción de que su actuación puede tener éxito. Tarrow (2012) identifica aquellos factores determinantes que, generalmente, abren nuevas EOP, a saber: la mejora del acceso y la participación de nuevos actores; la evidencia de una reconfiguración de la organización política -generalmente expresada en inestabilidad de las alineaciones políticas y en una inestabilidad electoral-; la disponibilidad de aliados potenciales; y finalmente, la aparición de fisuras o conflictos entre las élites. Parece acertado pensar que el fenómeno de movilización del 15M, enmarcado en lo que el mismo Tarrow llamaría un Ciclo de Protestas (1995) a nivel global , se produce precisamente en uno de esos momentos en que las oportunidades políticas se abren y permiten la entrada de nuevos actores que, empujados por la percepción de que su movilización puede resultar exitosa, se lanzan a la calle dando lugar a uno de los fenómenos de acción colectiva más importantes de las últimas décadas. A su vez, el 15M actuaría como gran aliado potencial de la Plataforma, abriéndose, así, un proceso de creación de nuevas oportunidades políticas para la misma en el que se CLIVATGE, número2, 2013 pueden identificar los factores principales que, según Tarrow, abren las oportunidades políticas necesarias para la movilización:14 En primer lugar, por efecto de la crisis financiera, las capas de población afectadas por los recortes en el estado del bienestar y por el drama de las ejecuciones hipotecarias y los posteriores desahucios no dejan de aumentar desde el año 2008, por lo que el número de potenciales activistas crece exponencialmente y aparecen nuevos actores colectivos que empiezan a gestionar el malestar. La PAH, nacida ya en 2009 y que muy pronto empieza a "socializar" el problema del impago involuntario de las hipotecas y los desahucios (Colau & Alemany, 2012), se beneficia de la aparición de muchos otros colectivos que denuncian la injusticia que suponen el rescate público a la banca y los recortes sociales impuestos por la Troika y reclaman la recuperación de una "democracia real": En el lema "No somos mercancía en manos de políticos y banqueros" confluyen la PAH con los diferentes sectores que dan lugar al 15M15. El recién nacido movimiento de la Indignación, a la vez que aprovecha las oportunidades políticas abiertas con la crisis económica y política, contribuye a abrirlas todavía más con sus movilizaciones, de lo cual se beneficia la PAH. En segundo lugar, se produce una clara deslegitimación del partido en el gobierno, el PSOE, y su gestión de la crisis -sometiéndose a los primeros requisitos de austeridad que llegan de Europa- que quedó claramente retratada en su caída en picado en votos -alrededor de 4,3 millones- en las siguientes elecciones generales de 2011, así como en la consiguiente obtención de la mayoría absoluta por parte del Por otro lado, con el ciclo de protestas desencadenado a nivel global, aparecen nuevos aliados potenciales en juego que activan la percepción de que la movilización puede resultar exitosa desde el punto de vista de las reivindicaciones de los activistas: no hay que perder de vista que las movilizaciones ocurridas anteriormente en países como Túnez y Egipto, pero también en Islandia, hicieron caer gobiernos, algunos incluso dictatoriales como es el caso de los países árabes (Castells, 2012), lo que sin duda incrementaba la percepción de que la movilización podía resultar exitosa. Finalmente, la aparición de fisuras o conflictos entre las élites se ve reflejada en una guerra abierta entre, por ejemplo, el poder judicial y el poder político que se 14 No obstante, como veíamos en la entrevista a Guillem Domingo, el papel que juega el 15M en relación a la PAH cambia según el contexto territorial: así, en Catalunya éste aparece como más relativo, a causa de la existencia de un trabajo previo de concienciación de la población, mientras que en otras zonas del Estado como en Madrid, este trabajo aparece ligado al fenómeno del 15M. Así lo indica Ada Colau en la entrevista publicada en el Observatori del Conflicte Social Sin embargo, el mayor crecimiento de la Plataforma ha tenido lugar bajo la mayoría absoluta del partido conservador, por lo que habría que buscar el factor explicativo en otros ámbitos, por ejemplo en la gestión de las amenazas por parte de la PAH o las fisuras dentro de las élites, como veremos a continuación al analizar el papel del Estado en la gestión de las amenazas. CLIVATGE, número2, 2013 traduce, entre otras cosas, en un incremento exponencial de las condenas por corrupción y malversación de fondos públicos a altos cargos del poder político, a menudo por casos ocurridos durante los años de crecimiento económico; así como, posteriormente, en determinadas sentencias judiciales que cuestionan o incluso contradicen la legislación vigente en materia hipotecaria.17 Sin duda, en estas nuevas fisuras aparecidas en las relaciones entre distintas élites, la PAH ha sabido encontrar un cierto espacio de maniobra política, así como nuevas alianzas: desde los jueces que cuestionan, incluso desobedecen, la ley hipotecaria hasta, ya en 2013, la sentencia del Tribunal Europeo de Estrasburgo que define la ley hipotecaria española como "abusiva" e "injusta". No obstante, sería iluso pensar que todo lo ocurrido en los dos últimos años en el terreno político, social y económico abrió nuevas oportunidades políticas para colectivos como la PAH. Algunas transformaciones ocurridas han actuado en la dirección contraria, convirtiéndose en lo que Tarrow llama "amenazas a la movilización", relacionadas con los riesgos y los costes de la acción o la inacción, más que con la perspectiva de éxito (Tarrow, 2012: 279) y que pueden definirse, por tanto, como aquellos elementos que incrementan los costes de la acción colectiva, pudiendo llegar al punto de inhibirla o bloquearla totalmente. ¿A qué nos referimos concretamente al hablar de "amenazas a la movilización"? El mismo autor señala varios elementos que pueden hacer incrementar los costes de la movilización, es decir, que actúan como amenazas sobre Tarrow señala que las oportunidades políticas suelen cerrarse rápidamente y, además, permiten que "descontentos con diferentes objetivos atraviesen los portones que las vanguardias han derribado anteriormente" (Tarrow, 2012: 294). Así, siguiendo el modelo del autor, es probable que aparezcan actores que podríamos definir como oportunistas políticos que se benefician de las oportunidades políticas que ofrece el panorama del momento pese a tener intereses diferentes o incluso claramente antagónicos a los de los activistas pioneros18, como sería el caso de contra-movimientos, que trato más abajo. El mismo Tarrow presenta también una distinción entre los conceptos de "Represión y "Supresión" que permite, también, avanzar en la comprensión del desarrollo de las amenazas políticas: mientras que la represión se basa en la coerción física, la supresión actúa como "prevención" de la disidencia mediante control social u En septiembre de 2010 el juez Guillem Soler del Juzgado de Primera Instancia nº2 de Sabadell planteaba al Tribunal Constitucional sus sospechas de que el procedimiento de ejecución hipotecario podría resultar inconstitucional por vulnerar, entre otros, el derecho a la vivienda digna y el derecho a la tutela judicial efectiva (Colau & Alemany, 2012: 191) Tarrow prefiere hablar de "madrugadores" que, en el caso que nos ocupa bien podrían ser V de Vivienda o la propia PAH por haber nacido antes del 15M. CLIVATGE, número2, 2013 otras medidas destinadas, no ya a penalizar la movilización, sino a impedir que aparezca. En palabras de Gamson: "la supresión es un destino más probable para los movimientos que exigen cambios fundamentales y amenazan a las élites que para aquellos que sólo demandan mejoras." (en Tarrow 2012: 296). Tilly, por su parte, da un paso más y señala que, aunque la represión directa sea una medida más brutal y temible, está comprobado que el aumento de los costes de organización y movilización es una estrategia más efectiva para reducir la acción colectiva a largo plazo (Tilly, 1978: 100), por lo que puede ser un concepto útil para entender el desarrollo de este tipo de amenazas que actúan como "prevención" de la acción colectiva. Precisamente partiendo de la idea de Tilly de que la gestión de las amenazas dependerá del contexto político y del tipo de régimen del que estemos hablando, Tarrow ofrece varios ejes claves para la comprensión del papel del Estado en la gestión de las amenazas políticas, de los cuáles tomo el de las estrategias predominantes frente a la protesta, que resulta útil para identificar algunas de las principales amenazas a las que ha tenido que hacer frente la Plataforma. En referencia a las "Estrategias Predominantes" del Estado, Tarrow distingue entre una estrategia incluyente, consistente en responder a las demandas integrándolas en la política, y una estrategia excluyente basada en el uso estatal de la represión o, en el mejor de los casos, de la supresión para hacer frente a la movilización (Tarrow, 2012.: 309). Para el caso que nos ocupa, la concepción expuesta permite acercarnos al fenómeno de la PAH de manera más sistemática para comprender como ésta nace y se desarrolla en el contexto analizado: En referencia a la presencia de oportunistas políticos, lo que viene siendo ya un clásico de los contra-movimientos, la extrema derecha, ha intentado en varias ocasiones penetrar en el movimiento de personas desahuciadas: lo veíamos en una manifestación contra los desahucios en Gijón o en la creación de albergues sociales "para españoles" en la zona de Alicante y Valencia dirigidos por el grupo ultra "España 2000" y, lo que tal vez supuso la mayor amenaza, en la presentación de una ILP alternativa destinada a desactivar la propuesta por la Plataforma. No obstante, hasta ahora no se puede decir que hayan supuesto una amenaza real para el movimiento, puesto que numéricamente siguen siendo grupos reducidos y han tenido un papel marginal en la movilización. Otro grupo de oportunistas, aunque en este caso movidos por el interés económico más que puramente político, serían el gran número de bufetes de supuestos abogados que se anuncian bajo nombres como "afectados por hipotecas" y otros parecidos, con la clara intención de captar personas afectadas por desahucios, CLIVATGE, número2, 2013 que, fruto de la desesperación, confíen en su gestión. La PAH ya hizo en su momento un comunicado claro al respecto y no parece que éstos hayan supuesto una amenaza real para el colectivo, aunque sí se hayan cobrado ya sus víctimas.19 Sobre la cuestión de la represión vemos que hay indicadores objetivos que apuntan hacia un claro giro represivo por parte del Estado, como el aumento de un 1789% de los recursos públicos destinados a la policía, concretamente a material anti-disturbios20 en 2013 respecto al año anterior -año que, por otro lado, ya podría ser considerado como conflictivo a nivel social. Además se da, paralelamente al giro represivo, un incremento de las medidas enfocadas a la "supresión": por ejemplo, el aumento de tasas judiciales o la aparición de elevadas multas a personas por el hecho de participar en paralizaciones de desahucios en Madrid,21 por no hablar de la campaña de difamación del Partido Popular, por ejemplo cuándo Cristina Cifuentes acusó a la PAH de contener a grupos de "pro-etarras" y Dolores de Cospedal de actuar de manera similar a "como lo hicieron los nazis"22. El objetivo parece ser, en este caso, más disuasorio que punitivo: el objetivo final de la multa o la tasa no sería la persona que la recibe o la paga, sino los manifestantes que, hipotéticamente, decidirán no acudir a la próxima manifestación por miedo a ser multados o los ciudadanos que, hipotéticamente, se abstendrán de recurrir una condena injusta por falta de recursos económicos. Cabe destacar, por otro lado, el posicionamiento ambiguo del poder político estatal, por lo que a represión se refiere, frente al movimiento de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, sus paralizaciones de desahucios y, más recientemente, sus escraches. Si lo califico de ambiguo es porque, pese a ser probablemente el movimiento más potente de los "herederos" del 15M y el que más impactos está teniendo sobre las instituciones, y pese a haber sufrido también una importante campaña de desprestigio mediático, no han sufrido medidas represivas -incluso relativamente pocas de supresivas - como sí lo han sufrido otros colectivos: ha habido, por ejemplo, muy pocas detenciones de miembros de la PAH, pese a que han interrumpido a gritos sesiones del Congreso de los Diputados y se han enfrentado 19 Noticia publicada originalmente en el periódico conservador El Mundo, de la cual se hicieron eco muchos otros medios posteriormente: Así se comunicó a la Asamblea de la PAH Terrassa del 31 de julio de 2013 , cuando un grupo de personas pidió asesoramiento legal para saber qué consecuencias legales podían tener acciones como la paralización de desahucios o la ocupación de sedes bancarias. Sobre las declaraciones de Cifuente sobre las de Cospedal: CLIVATGE, número2, 2013 directamente a la policía a la hora de bloquear un desahucio o realizar un escrache en casa de líderes políticos. ¿Cómo se explica esto? Siguiendo la teoría de Tilly, según la cual la represión tiene más que ver con el contenido de los intereses y, por tanto, de las reivindicaciones de un colectivo, que con sus acciones y su repertorio de movilización (1978: 57), cabría pensar que si la PAH es más "tolerada" que otros colectivos es a causa de que sus reivindicaciones son percibidas como más "justas" o, en todo caso, compartidas por un mayor número de gente. En referencia al papel que juega el Estado, podemos decir que se caracteriza, en primer lugar, por una estrategia sistemáticamente "exclusiva" frente a las movilizaciones, mostrando solamente ciertos "amagos" de inclusividad en el caso de verse sobrepasado por las mismas, como pasó, por ejemplo, en el caso de la propuesta de Iniciativa Legislativa Popular presentada por la PAH, cuando el PP a última hora decidió aceptarla a trámite a causa de la presión social en la calle, y pidió a cambio a la Plataforma que "relajara" el clima de confrontación social. En definitiva, si en el contexto actual la PAH ha crecido de la manera como lo ha hecho es, hipotéticamente, porque ha sabido conjugar bien las oportunidades políticas existentes y sortear las amenazas: ha sabido aprovechar las divisiones internas que presenta el gobierno de mayoría absoluta del PP, los conflictos abiertos entre diversas élites o bien la deslegitimación clara del gobierno español desde el exterior; a su vez, ha sabido sortear a los oportunistas políticos, esquivar o minimizar la represión e incluso obligar al gobierno a negociar. En definitiva, el movimiento ha sabido moverse en el contexto descrito y superar el pesimismo general. Precisamente para comprender el cómo, y una vez analizado el marco estructural en el que nace y se desarrolla la PAH, entramos ahora a analizar de qué manera el movimiento ha construido un consenso a la hora de identificar y definir una situación de abuso e injusticia -aunque también de saber identificar las oportunidades políticas y transmitirlas-, de proponer alternativas a la misma, así como de movilizar a la población con tal de conseguir sus objetivos. Para ello, me centro en una perspectiva teórica de tipo más culturalista en el sentido gramsciano y, concretamente, en el modelo teórico del enfoque del frame analysis.
4.- De la Crisis a la Estafa: la transformación de los significados.
Decía Antonio Gramsci que, en situaciones de crisis económica y política, las
clases subordinadas activan una serie de mecanismos de defensa y de acción colectiva propios destinados a hacer frente a las pérdidas o daños que les produce dicha crisis y, al mismo tiempo, a cuestionar la legitimidad del sistema capitalista (Gramsci, 1971). Se activan, así, los mecanismos destinados a construir una especie de contra- CLIVATGE, número2, 2013 hegemonía que cuestione la "hegemonía inercial" de las clases dirigentes y uno de los agentes que, junto a actores institucionales como sindicatos o partidos políticos, puede impulsar dichos procesos contra-hegemónicos son las organizaciones procedentes de la sociedad civil (Aguilar, 2013: 3). Los teóricos del frame analysis beben, tal como señala Tarrow, fundamentalmente de las aportaciones de autores como Gramsci (1971) o, posteriormente Goffmann (1974), que dan un giro "constructivista" y culturalista al estructuralismo más estricto (Tarrow, 2012: 61). Es el caso de Hanspeter Kriesi y Dominique Wisler, quienes argumentan en su artículo "The Impact of Social Movements on Political Institutions"23 que, en democracias liberales, el cambio institucional debe ir precedido por un proceso de "aprendizaje social" (social learning) por parte de buena parte de la población, exceptuando el caso de las revoluciones, en que se imponen nuevas instituciones. Partiendo de la obra clásica de Snow y Benford (1988 en Kriesi & Wisler, 1999: 48), los autores concluyen que un viejo paradigma solamente puede ser cuestionado cuando una parte importante de la población realice un "diagnóstico" de las problemáticas que sufre como algo anómalo e injusto, y que identifique además las instituciones imperantes como el origen de tal Partiendo de tal diagnóstico, pues, la población debe ver en el cambio institucional una probable solución a sus problemas y al origen de la injusticia: es lo que Snow y Benford llaman "pronóstico", y que debe estar basado en "argumentos de justicia" (Elster, 1988 en Kriesi & Wisler, 1999: 48) en contraposición con la injusticia imperante. La idea de que toda transformación institucional debe ir precedida por un diagnóstico y un pronóstico compartidos por una parte importante de la población nos permite, por un lado, analizar operativamente una parte importante de los logros de la PAH en el ámbito de la creación de consenso y, por otro, comprender cómo éstos han incidido en las instituciones durante los dos últimos años, incluso transformándolas en algunos casos. En la fase inicial de la Plataforma, definida por sus protagonistas como el paso, por parte de las personas afectadas, "del Prozac al empoderamiento" (Colau & Alemany, 2012: 93) puede definirse en términos de la creación, difusión y consolidación de un diagnóstico compartido de la situación que redefinió conceptos como "deuda", "crisis" o "derechos ciudadanos": no se trata ya -dice la PAH- de que las personas amenazadas de desahucio por impago involuntario sean irresponsables, ignorantes o hayan enloquecido, sino que son víctimas de una "estafa" organizada por Capítulo 3 del libro editado en 1999 por Giugni, McAdam y Tilly, How Social Movements Matter, dedicado al análisis de diferentes efectos de los Movimientos Sociales. CLIVATGE, número2, 2013 banqueros y políticos que han estado promoviendo el endeudamiento y la compra durante décadas para maximizar sus beneficios.24 Esta redefinición de la llamada "crisis" supuso que muchas personas pasaran de sentirse avergonzadas, abatidas o incluso optaran por el suicidio a que muchas de ellas se organizaran y reivindicaran sus derechos como parte más débil de una estructura financiera que acababa de colapsar. Además, conseguían socializar el concepto de deuda, evitando que todo el peso recayera en la persona o familia endeudada, des-individualizándolo y convirtiéndolo en un problema colectivo. Un problema que, además, hacía referencia a la vivienda, que no era -según el diagnóstico- una mercancía más, sino que debía entenderse como un derecho básico de la ciudadanía, igual que la educación o la salud (Colau & Alemany, 2012: 118). Habían activado, en definitiva, los mecanismos de defensa de los que hablaba Gramsci y cuestionaban abiertamente la legitimidad de un sistema basado en el endeudamiento masivo. Colau y Alemany lo expresan bien claramente en su último Des del començament sabíem que, per conquerir el dret a un habitatge digne, calia guanyar, de mica en mica, hegemonia cultural. Sense una transformació de l'imaginari col·lectiu, no hi havia canvi possible. (Colau & Alemany, 2013: 73) Una vez consolidado el diagnóstico compartido, la PAH lanza sus propuestas: reforma de la ley hipotecaria; la dación en pago retroactiva, para evitar que, además de perder la casa, las personas queden endeudadas de por vida; y el fomento del alquiler social, para conseguir que se destinen los millones de viviendas vacías a realojar a las personas y familias necesitadas. Ambas propuestas cuentan con un amplio apoyo de la población, según las encuestas de Metroscopia (2011, 2012), por lo que podemos entenderlas como un proceso exitoso de construcción de un pronóstico compartido. Veamos, pues, cuál es, en términos concretos, este diagnóstico y cuáles son sus propuestas concretas para hacer frente a la injusticia. Para ello, utilizo tres entrevistas en profundidad: una a un activista "pionero" de la PAH; las otras dos a dos personas afectadas por procesos de desahucio que decidieron organizarse con la PAH y que ahora, teniendo su caso "resuelto", deciden seguir tomando parte en las acciones y asesorando a los nuevos afectados. Además, utilizo entrevistas, discursos o aportaciones publicadas o emitidas en medios de comunicación de masas: desde una entrevista publicada en El Diario, hasta 24 El discurso que dio Ada Colau en la entrega de premios del "Català de l'any" en Mayo de 2012, pese a que no llegó a emitirse en televisión, gracias a las redes sociales tuvo una gran difusión, haciendo llegar a mucha gente su definición de la crisis como una "estafa", así como un CLIVATGE, número2, 2013 la intervención de Ada Colau en "El Gran Debate" de Tele5, pasando por su discurso en la entrega de premios del "Català de l'Any", que tuvo una gran repercusión en las redes, o el propio comunicado fundacional de la PAH publicado en su página web. El criterio de selección de la muestra no es, obviamente, el prestigio del medio en cuestión, sino más bien el alcance en términos del número de lectores o espectadores -resulta claro en el caso de Tele 5-; o la circulación del medio escrito donde aparece la entrevista (en el caso de El Diario). Por lo que refiere al discurso del Català de l'Any, fue la primera vez que la mayoría de la población veíamos a Ada Colau "en acción" puesto que, pese a que nunca aparición en la televisión catalana, el número de visitas en Youtube fue elevadísimo, así como su repercusión en las redes sociales. Es por eso que he incluido el discurso en el análisis, por ser la primera vez que el diagnóstico de la PAH –"no es una crisis, es una estafa"- llegaba a muchos ciudadanos. 4.1.- Diagnóstico, Pronóstico y (Contra) Hegemonía Se presentan aquí los resultados del trabajo de campo consistente en la realización de entrevistas a tres activistas de la PAH, el análisis de fuentes secundarias y la observación llevada a cabo a lo largo del último año y consistente en asistir a diversas manifestaciones -como la concentración frente a la sede del PP el día en que finalmente decide aprobar la ILP a trámite o la del siguiente sábado, 16 de febrero en Barcelona- y a las cuatro asambleas de la PAH Terrassa del mes de julio de 2013. Lo que aquí se expone es un resumen de los resultados más destacados del análisis de los materiales citados en todo lo que hace referencia a la construcción de los marcos de significado; es decir, todo lo relativo a diagnosticar la situación, propuestas concretas, llamadas a la movilización, además de los rasgos identitarios de la PAH como movimiento social en la línea de las demostraciones de WUNC de las que habla Tilly y que he mencionado más arriba: En primer lugar, el diagnóstico que la Plataforma elabora de la situación social y económica que atraviesa el país es claro, concreto y, además, ha cambiado poco desde su primer comunicado fundacional de febrero de 2009, publicado todavía en su página web: CLIVATGE, número2, 2013 Figura 1: Diagnóstico de la PAH extraído del análisis de su Manifiesto fundacional de febrero 2009. Ha habido, dice la PAH, una serie de irregularidades cometidas por las entidades financieras, que el colectivo no duda en calificar de "estafa" o "fraude hipotecario", consistentes en vender "hipotecas basura" por doquier y hacerlo, además, con la complicidad de la Administración, la cual es partícipe de todo el proceso, ya que activa un gran "aparato propagandístico" para promocionar la compra y desaconsejar el alquiler. Por otro lado, se da una "sobrevaloración de la vivienda" -la famosa burbuja inmobiliaria- que produce un endeudamiento masivo de la población y que provocará, una vez estallada la burbuja y con el inicio de la desvalorización de los pisos, que muchas de estas personas no puedan hacer frente al pago de la hipoteca -"impago involuntario"- y se vean inmersas en un proceso de ejecución hipotecaria, lo que provoca una ola de "desahucios masivos". Finalmente, la PAH denuncia el trato desigual que supone rescatar a la banca con dinero público, mientras ésta sigue ejecutando desahucios a las personas o familias que no pueden pagar y denuncian la inacción gubernamental frente a la problemática de los desahucios masivos. CLIVATGE, número2, 2013 Los principales cambios que la PAH va a hacer en su diagnóstico en los siguientes cuatro años consistirán, por un lado, en un énfasis progresivo -lógico por otra parte- en el número de personas afectadas por los desahucios y la situación de "desesperación" en la que se encuentran y, por otro, en la injusticia de la ley hipotecaria española.25 En segundo lugar, las propuestas de transformación de la Plataforma -o, lo que es lo mismo, su pronóstico basado en "argumentos de justicia"- son, en el manifiesto inicial, las siguientes: Figura 2: Pronóstico de la PAH extraído del análisis de su Manifiesto fundacional de febrero La exigencia de paralizar los desahucios; la dación en pago que impida a las personas desahuciadas quedar endeudadas (para lo cual hay que cambiar la ley hipotecaria española); la construcción de un parque público de alquiler social; la realización de una auditoría social para "aclarar dónde han ido a parar los beneficios millonarios que se generaron durante el boom inmobiliario" y, finalmente, aplicar las
reformas y políticas necesarias con tal de garantizar que "
el acceso a una vivienda
adecuada no vuelva a ser jamás un negocio para unos pocos y una esclavitud para las
familias trabajadoras"26. Vemos, pues, como a día de hoy las reivindicaciones y propuestas siguen siendo las mismas, aunque se puede apreciar cierta evolución en el discurso: por un lado, la dación en pago pasó a ser "retroactiva", presumiblemente al ir acumulando miles de casos de personas que, de no serlo, quedarían endeudadas; por otro, la propuesta concreta de auditoría social queda en parte diluida por una crítica más amplia al "sistema" que, aunque sin entrar en una crítica abierta y profunda al "capitalismo", sí deja entrever una evolución: en la entrega de premios de mayo de 2012, Ada Colau exponía sus demandas frente a las autoridades políticas reclamando, El análisis del comunicado fundacional de 2009, contrastado con el discurso de Ada Colau en la entrega de premios del Català de l'any 2012 y su aparición, un año después, en mayo de 2013, en "El Gran Debate", permite dibujar esta evolución en su discurso público. El Manifiesto sigue estando disponible en su página web: CLIVATGE, número2, 2013 finalmente, "recuperar la democracia en este país" y llamaba a la movilización para luchar contra un "sistema perverso". En 2013, en Tele5, esgrimía argumentos contra las políticas de austeridad provenientes de la UE y de la Troika. Podemos decir, pues, que se da una cierta "ampliación" del marco del colectivo, que va creciendo a medida que se agrava la crisis económica y política, pero también a medida que el movimiento va fortaleciéndose y ganando presencia pública. Se podría afirmar, en términos de Snow y Benford, que la Plataforma ha sabido adaptar un "marco de referencia" o master frame, entendido como un marco suficientemente amplio en términos de inclusividad, amplitud de miras, flexibilidad y capacidad de interpretación de la realidad como para que pueda incluir a un gran número de gente y, además, pueda ser utilizado por más de un movimiento. Se trataría, en este caso, del marco que Snow y Benford llaman el "return to democracy master frame" (Snow & Benford, 1988: 619), que incluiría a todos los movimientos aparecidos en los últimos años contra las "consecuencias sociales de la crisis financiera rampante" (Castells, 2012: 116), del que se puede considerar a la PAH como "difusora", si bien añadiendo elementos concretos y específicos del contexto estructural español. Además, según los autores, el grado de inclusividad y flexibilidad del marco de un movimiento será, junto con su credibilidad -tanto del marco como de sus proponentes-, su grado de adecuación con la realidad empírica -que sea percibido como "real"- y, elemento clave en el caso de la PAH, su "prominencia" o el hecho que el marco haga referencia a elementos centrales en la vida de la población, son los factores que explican el éxito de un "master frame" y el grado de movilización que el movimiento en cuestión pueda alcanzar: Master frames may vary indeed in terms of how inclusive and flexible they are and thus in their interpretive scope and this variability can affect the mobilization of some aggrieved groups in comparison to others (Snow & Benford, 1988: 619). Precisamente referente al grado de flexibilidad, de inclusividad y de amplitud de miras del colectivo, un repaso a los términos en que la PAH se define a sí misma y los elementos identitarios que destacan en sus activistas, nos confirma que se trata de un marco especialmente inclusivo y, por ese motivo, en coherencia con la teoría de Snow y Benford, de gran capacidad movilizadora: Primero vemos cómo en el manifiesto fundacional se invita a las personas afectadas, a entidades y colectivos, así como a la Administración, a sumarse a la recién creada Plataforma e incluso se ofrece un teléfono de contacto, lo que parece una señal clara de la voluntad de apertura del colectivo. Cuando el movimiento accede, finalmente, a los medios de comunicación de masas con relativa frecuencia, éste ha crecido y hablan ya de "miles de casos" y, como se aprecia en el discurso de Ada Colau de mayo de 2012, se enfatiza el hecho de que CLIVATGE, número2, 2013 sus miembros son "gente normal", sencilla, "de la calle", así como el hecho de llevar a cabo siempre acciones pacíficas y "ejemplares", el objetivo de las cuales es denunciar la injusticia y luchar por la justicia social. Es, por tanto, un colectivo que, como decíamos al principio, si bien deja claras sus posturas y sus demostraciones de Valor, Número, Unidad y Compromiso, se caracteriza también por su carácter flexible, inclusivo y no-dogmático. No es casualidad, al fin y al cabo, que no haya querido referirse a sí mismo como "de izquierdas"27 -obviamente tampoco de derechas- y que ha recalcado siempre que tiene en sus filas personas de todos los partidos. También en las asambleas pude confirmar mi hipótesis cuando, en pleno debate encendido sobre la falta de implicación de ciertas personas, los activistas más veteranos -algunos de ellos, los "pioneros" del movimiento-, argumentaron que "poner una línea en el suelo" y separar los que se implican de los que no, no era ninguna solución y que precisamente si algo caracterizaba a la PAH era su asimetría en la implicación y la diversidad de sus "áreas de trabajo", además del hecho de pensar siempre en términos de grupo. Un buen documento para analizar la auto-definición del movimiento en los términos tilleanos de "valor", "unidad", "número" y "compromiso" es el vídeo "De Afectado a Diputado" que hizo la Plataforma el 12 de marzo de 2013, en plena campaña de escraches: Figura 3: Análisis del discurso del vídeo "De Afectado a Diputado" de marzo de 2013. De éste se desprenden, en términos de lo que Tilly llama "Valor" del movimiento, además de las evidencias de haber sufrido una injusticia, con el 27 No obstante, hay que recalcar que, en no tratarse de un movimiento homogéneo, existen diferencias notables entre determinadas PAHs: así, por ejemplo, las PAHCs de Sabadell y del Bages han expresado en más de una ocasión su claro compromiso con la izquierda anticapitalista y se autodenominan PAHC (refiriéndose la C a la Crisis, en el caso de Sabadell, o al Capitalismo en el caso del Bages). En la manifestación del 16 de Febrero en Barcelona, se podía leer en la pancarta de la PAHC Bages: "El capitalisme mata". CLIVATGE, número2, 2013 sufrimiento y la desesperación que esto conlleva, el mensaje claramente optimista que, en combinación con un compromiso constante con la lucha y una inflexibilidad a la hora de exigir sus demandas, ha caracterizado a la PAH de los últimos dos años: el mensaje del "Sí se puede" y de la constante contraposición de los valores optimistas a la desesperación como arma empoderadora y, a la vez, como llamada a la Por otro lado, sobre la diversidad de áreas de trabajo y lo que Tilly llamaría sus Repertorios de Acción Colectiva (Tilly 2002 en Aguilar, 2013: 18) nos habla Guillem Domingo en su entrevista cuando identifica lo que él llama "trabajo multinivel" de la PAH como uno de sus grandes logros. En ese sentido, creo conveniente resaltar que, si bien algunos de los repertorios de la PAH pueden asemejarse a los de algún otro movimiento social -ocupación de sedes bancarias, concentraciones frente a la sede de los partidos. - otros elementos son muy característicos de la Plataforma. Es el caso del "asesoramiento colectivo": cada semana, una hora antes de la asamblea, las personas con más experiencia en casos de ejecuciones hipotecarias, asesoran a las personas que se han acercado esa semana por primera vez y se les invitará a acudir a la asamblea posteriormente, pero no expondrán su caso en público hasta la semana siguiente. Este es el funcionamiento que permite, en definitiva, "empoderar" a los individuos, en términos de los propios activistas, y hacer que personas deprimidas y abatidas puedan convertirse en activistas si así lo quieren, superando los miedos e inseguridades iniciales y, en muchos casos -el 90% según nos asegura José- seguir con la Plataforma incluso una vez resuelto su caso. Precisamente este "empoderamiento" y el cambio de mentalidad que implica, junto a otros logros del colectivo, es lo que se analiza en el punto siguiente. 5.- "Sí se puede". Los efectos de la movilización.
Tal como señalan diversos estudiosos de los movimientos sociales, el análisis de los efectos de la movilización de determinado movimiento suele ser un ámbito bastante descuidado por parte de los teóricos (Giugni, 1999: XV; Tilly, 1998: 37; Tilly, 1999: 268s). Se trata, además, de un análisis que presenta bastantes dificultades metodológicas a la hora de buscar una causalidad y aislar las variables, es decir, delimitar los efectos de la movilización y la acción colectiva y aislarlos de los efectos de otras variables externas. Como efecto de estas dificultades, apunta Tilly, nos encontramos con que la sociología de la acción colectiva está mucho más desarrollada en el análisis de los efectos de las estructuras sociales sobre los movimientos que no en la influencia que éstos ejercen sobre las estructuras básicas de un Estado (Tilly, 1998: 37). No obstante, en el caso que nos ocupa de los efectos de la movilización de la PAH podemos elaborar un análisis operativo, distinguiendo entre los efectos que ha tenido -y está teniendo, puesto que el conflicto, lejos de pararse, parece que sigue creciendo, de la misma manera que lo hacen sus logros como movimiento- en diferentes esferas básicas. CLIVATGE, número2, 2013 Tomando como guía el análisis que David S. Meyer llevó a cabo de los movimientos anti-nucleares de los años 80, y la clasificación entre los efectos de los mismos sobre la esfera cultural, efectos sobre los propios activistas,28 y efectos sobre las instituciones políticas, podemos adecuar el modelo al caso de la PAH, a 5.1.- Efectos culturales y sobre los propios activistas Tal como señala Meyer, una de las principales transformaciones a las que puede aspirar un movimiento social es, precisamente, a penetrar en los discursos "mainstream" y generar, así, nuevas actitudes respecto a determinada problemática. Por otro lado, Meyer señala que uno de los elementos que pueden considerarse también logros del movimiento son los cambios en los propios activistas: ya sean de tipo material, con el acceso a nuevos recursos; o simbólicos, referentes a los cambios de valores, percepciones o discursos: [B]y engaging in the social life of a challenging movement, an individual's experience of the world is mediated by a shared vision of the way the world works and, importantly, the individual's position on it. By engaging in activism, an individual creates himself or herself as a subject, rather than simply an object. (Meyer, 1999: 186) En el caso de la PAH, vemos como el colectivo ha penetrado de manera progresiva pero constante en el "mainstream" discursivo y mediático del Estado español y lo ha hecho, además, de manera consciente, lo que ha provocado que pasaran de ser, tal como afirma la propia Ada Colau, un grupo "despreciado y ninguneado"29 a ocupar portadas de periódicos, aparecer en programas de máxima audiencia de televisiones privadas30 e incluso a revistas del corazón: [A]postem des del principi per (…) utilitzar els grans mitjans com a caixa de ressonància amplificar el missatge i arribar a tothom. (…) Participar als debats que lideren les audiències del dissabte a la nit o col·laborar setmanalment amb la revista Pronto a través d'un consultori sobre desnonaments ha estat una decisió estratègica encertada. (…) L'impacte que pot tenir una roda de premsa o un comunicat penjat a la web oficial no es pot comparar amb allò que s'aconsegueix participant en un programa com, per exemple, El Gran Debate. (Colau & Alemany, 2013: 92) Un análisis más profundo sobre los efectos de la movilización sobre los propios activistas, en este caso de los movimientos de la Nueva Izquierda americana de los años 60 y 70, puede encontrarse en el capítulo de Doug McAdam disponible en el mismo libro: „The Biographical Impact De su entrevista publicada en El Diario el 15-02-2013: La aparición de Ada Colau en "El Gran Debate" de Tele 5 el 4 de mayo de 2013, además de confrontar sus argumentos con los de la derecha mediática española, hizo llegar su mensaje a las CLIVATGE, número2, 2013 Así pues, podemos incluir como logros de la PAH, como ya señalábamos anteriormente, el "empoderamiento" de los activistas, la socialización del problema del impago voluntario e incluso de la pérdida de la vivienda y, en definitiva, la des-individualización de la problemática. Precisamente del cambio personal que supuso el hecho de implicarse con la PAH nos habla José en la entrevista cuando, respondiendo a la pregunta de si había participado en otros colectivos previamente, responde: Nooo! Mare de Déu! És que jo ni m'ho pensava que podia arribar a fer això! Jo abans de conèixer la PAH. jo és que sóc una persona que parlar em costa molt. Primer parlar en públic em costa molt, i explicar-me i tal. i molt vergonyós (…) No, però això (els nervis) et passa al principi, però és l'empoderament que et dóna anar a les assemblees de la PAH que veus que és tota una familia. No és parlar en públic, perquè vas allà i sembla que parles en família. Ens consolem els uns als altres, parles del problema com si res. i és la confiança que li dóna a la gent, perquè veuen el conjunt, que la gent comença a parlar i no se'n recorda del que té. I és lo bo que té la PAH. Por otro lado, otra de las entrevistadas se refiere al cambio que supone el hecho de conocer los derechos de la persona hipotecada frente a las entidades bancarias. Montse nos habla del cambio que supuso pasar de "estar sola" a estar organizada y conocer bien sus derechos: Clar, abans no sabies "ni papa". Que no et poden "fotre" fora d'un pis per deixar de pagar unes quotes i que t'han de demanar la totalitat de la hipoteca també ho saps. Abans no ho sabíem." Los resultados apuntan, pues, a una clara penetración del mainstream y un cambio de mentalidad de sus activistas. A continuación, siguiendo con el modelo de Meyer, se analiza otro ámbito de los "éxitos" de la PAH: el impacto sobre las estructuras políticas y judiciales. 5.2.- Los efectos sobre las estructuras políticas y judiciales. Meyer se basa en los estudios de su maestro Gamson para identificar dos componentes que permiten hablar de efectos exitosos de un movimiento social: por un lado, el ser reconocido como un actor legítimo de la esfera política y, por otro, el hecho de conseguir determinadas ventajas para un grupo determinado de personas (Meyer, 1999: 186). Además, según el autor, las demandas de un movimiento pueden afectar las decisiones políticas de diversas instituciones diferentes del gobierno: ya sean partidos, grupos de interés, escuelas de negocios o, podríamos añadir, jueces. Y tal y como señala Gamson el éxito político de un movimiento se aprecia también en la obtención de determinadas ventajas para un grupo de activistas o, en su defecto, para un grupo de población al que representan los mismos. El esquema de Gamson y Meyer nos va a servir también para operativizar el impacto del colectivo sobre las instituciones: CLIVATGE, número2, 2013 Podemos hablar de "éxito" del colectivo en sentido gamsoniano (Gamson, 1975, 1990 en Meyer, 1999) a partir del punto que la PAH pasa a ser un actor político legítimamente reconocido, cosa que demuestra su invitación al Congreso de los Diputados y, posteriormente, al Parlamento Europeo, así como su reunión con el presidente Artur Mas y su presencia en cualquier debate o negociación referente a la cuestión del impago involuntario de la vivienda y las ejecuciones hipotecarias. También en el caso de conseguir "ventajas" para determinado grupo de gente, podemos señalar que la PAH ha creado dos grandes tipos de ventajas para los y las afectadas que se han implicado en la movilización: por un lado, ha paralizado a día de hoy 725 desahucios;31 por otro, ha creado la irónicamente llamada "Obra Social de la PAH" (aludiendo a la "Obra Social de La Caixa"), que entre sus logros cuenta ya con 12 bloques enteros de viviendas "recuperadas" por la PAH en Catalunya -es decir, pisos vacíos de obra nueva ocupados por familias desahuciadas- y una docena más en Andalucía. Además, a finales del pasado mes de mayo sabíamos que la PAH de Terrassa había conseguido que once de las familias que ocupaban un bloque propiedad de Caixa Catalunya fueran realojadas con un contrato de alquiler social de 150 euros mensuales durante los próximos 5 años.32 De alguna manera, pues, en estos casos se consigue "de facto" lo que la ley todavía no garantiza pero que ha formado parte de las reivindicaciones principales de la Plataforma desde sus inicios: el alquiler social. Por otro lado, a la espera del informe que está previsto que publique la Plataforma, junto con el Observatori DESC, durante el mes de septiembre y que lo ilustre con datos empíricos extraídos de más de 11.500 encuestas a personas afectadas, de mi asistencia a diversas asambleas de la PAH Terrassa se desprende una impresión de que el índice de casos que la Plataforma "resuelve" favorablemente para aquellas personas que se implican en el mismo es bastante elevado. Las entrevistas realizadas a dos personas afectadas y a uno de los portavoces de la Plataforma confirman la impresión inicial: Ara mateix, gràcies a Déu, podem dir que tots els bancs, potser inclús el govern, ens té por. Perquè tu vas a qualsevol banc -i els ha passat a molts afectats que van a demanar una dació- i "no no no, aquí no fem res". A la que diuen que venen de la PAH: "Ah! Perdona, parlem-ne! No em parlis de la PAH que vindran aqui i em fotran un. ". Gràcies a Déu podem dir que ens tenen por. Avui per avui ens tenen por. (José) Finalmente, vemos como las demandas del movimiento han afectado las decisiones de diversas instituciones que no son el gobierno. También en este caso tenemos varios ejemplos que bien pueden atribuirse, por lo menos parcialmente, a Así consta en su página web a mediados de agosto. CLIVATGE, número2, 2013 logros de la Plataforma: por un lado, el caso de algunos jueces que empiezan a presionar al gobierno para que modifique la ley hipotecaria española -una ley que, dicho sea de paso, fue considerada "abusiva e injusta" por el Tribunal de Justicia de Estrasburgo-, que se niegan a aprobar ejecuciones hipotecarias o que incluso aprueban la dación en pago de la vivienda para algunas personas afectadas por impago involuntario de la misma: por ejemplo, el Juzgado de Primera Instancia nº 50 de Barcelona dictaba en junio de este año dos Autos decretando la improcedencia de dos demandas de ejecución hipotecaria presentadas por Catalunya Banc basándose
en la idea de que "la vivienda es un derecho fundamental"33.
Por otro lado, la Junta de Andalucía decidía, a principios de abril de este año, aprobar una ley que permite multar a las entidades financieras que no arrienden su inmuebles vacíos e incluso expropiar -temporalmente- a los bancos del uso de aquellas viviendas habitadas por personas amenazadas de desahucio que estén en riesgo de exclusión social. En otras palabras, hacerse cargo de manera pública de algunos de los pisos en los que sus arrendatarios estén afectados por impago involuntario y cumplan, además, con determinados requisitos.34 Recientemente, la PAH impulsa un recurso de inconstitucionalidad contra la ley hipotecaria propuesta por el PP el pasado mes de mayo, lo que sin duda es un indicador de la fuerza que ha adquirido el movimiento y sus alianzas con sectores de jueces y abogados. Además, la Plataforma instó al PSOE -junto al resto de partidos- a avalar el recurso y éste optó por presentar otro recurso, asumiendo los mismos argumentos de la PAH, lo que fue calificado como "apropiación" por parte de la Plataforma, que lamentaba en su comunicado que "algunos no quieren trabajar con los movimientos sociales, sino que los movimientos sociales trabajen para ellos."35 Sea como sea, parece claro que, en el terreno político, las propuestas de la Plataforma han superado los márgenes del propio movimiento, de modo que reivindicaciones como la paralización de los desahucios o la dación en pago están siendo incluidas -y presumiblemente lo serán todavía más- en los programas políticos de diversos partidos políticos. No parece muy descabellado pensar que estas propuestas se incluirán en el programa electoral de la mayoría de partidos políticos de cara a las próximas elecciones generales. Por último, han sido diversos los colectivos profesionales e incluso organismos oficiales que se han solidarizado con la lucha de la Plataforma: el pasado mes de junio 33 Ambos autos están disponibles en la web de la PAH: CLIVATGE, número2, 2013 se les concedía el Premio del Ciudadano Europeo 2013 otorgado a la PAH por el Parlamento Europeo. Asimismo, en el último Congreso de Salud Mental celebrado en Barcelona, se invitó a Ada Colau y hubo varios profesionales de la salud mental que recomendaron públicamente implicarse en colectivos como la PAH como terapia contra la depresión causada por una situación de crisis que, en general, se sufre en solitario, lo que sin duda es un indicador del éxito en la socialización de la problemática. 6.- Conclusiones
El drama de los desahucios y el endeudamiento está todavía lejos de estar resuelto. Si de este artículo se desprende cierto optimismo es debido únicamente a los éxitos del colectivo analizado, que no son pocos pero que no dejan de beneficiar a una minoría del total de personas afectadas, puesto que todavía no han superado del todo los límites del activismo y sus acciones "solamente" afectan a las personas implicadas con la Plataforma. Dicho esto, y volviendo a la perspectiva teórica expuesta más arriba, parece acertada la combinación entre una perspectiva estructural y una centrada en la creación de los marcos por parte del movimiento, puesto que es la articulación de ambas la que nos permite comprender en mayor medida el éxito y alcance de la PAH: En relación al primer punto, parece claro que la PAH ha tenido una gran capacidad para aprovechar las oportunidades y sortear las amenazas, sobre todo en comparación con otros colectivos de la órbita 15M que han sucumbido en mayor medida a una creciente situación desfavorable a la movilización. Factores explicativos podemos encontrarlos en la experiencia adquirida por los "pioneros" durante años de activismo en colectivos y movimientos anteriores y en el meticuloso trabajo de análisis y diagnóstico llevado a cabo por la Plataforma, que ha sabido traducir un contexto económico y político tan desfavorable en oportunidades políticas, así como en la forma de funcionar del propio movimiento, muy cercano a la calle y a los barrios. Por tanto, la construcción de un diagnóstico claro, un pronóstico percibido como justo y viable y un marco tan inclusivo -que procura evitar elementos que puedan originar divergencias, como la ideología o las creencias religiosas y se centra en un desagravio compartido por gran parte de la población-, junto con su penetración en el mainstream informativo, son grandes factores explicativos del éxito de la PAH: es ese marco es el que ha permitido al movimiento convertir un contexto de crisis y sufrimiento individual de personas y familias en un caldo de cultivo adecuado para la acción colectiva. Por otro lado, hay diversos elementos que no se tenían en cuenta en el diseño inicial de la investigación, pero que aparecen como destacables: CLIVATGE, número2, 2013 Uno clave ha sido la cuestión del endeudamiento masivo. Éste es una línea roja que, en este caso, se cruza y con ello se supera lo "socialmente aceptable" siguiendo la idea de E.P. Thompson. El antropólogo y activista norteamericano David Graeber afirma en su último libro: If history shows anything, it is that there's no better way to justify relations founded on violence, to make such relations seem moral, than by reframing them in the language of debt-above all, because it immediately makes it seem that it's the victim who's doing something wrong. (2011:5) El mérito de la PAH es haber conseguido socializar su análisis de que esta línea roja había sido cruzada y de que, además, no eran ellos, las víctimas -o no solamente- quienes habían hecho algo mal. En los siguientes meses vamos a disponer de datos mucho más exhaustivos sobre el nivel de endeudamiento de las personas afectadas -gracias al estudio que publicarán PAH y Observatori DESC- y futuros estudios sobre el movimiento deberán tener en cuenta este elemento que, sin duda, resulta clave a la hora de entender la gravedad del problema y la desesperación de la gente. Una desesperación que bien puede traducirse en suicidio como también en un frenético activismo, como hemos visto en los últimos años. Además, el caso de otros movimientos, como el de los estudiantes chilenos, donde la cuestión del endeudamiento masivo por un derecho básico toma una fuerte relevancia, puede llevarnos a pensar que tal vez éste sea un elemente configurador de un importante sector de los movimientos actuales. Otro elemento, clave también, que no estaba presente en el enfoque teórico utilizado pero que resulta sumamente importante y deberá ser tenido en cuenta también en futuros estudios: la forma de organizarse del colectivo y, concretamente, la cuestión del "empoderamiento" mediante el asesoramiento colectivo es un elemento clave para entender el éxito de la Plataforma. Con asambleas que combinan la ayuda mutua con la formación colectiva o incluso el entrenamiento de hablar en público, junto con un abierto rechazo al asistencialismo -"ningún abogado puede librarte de una ley injusta", decía Colau en la entrevista del Observatori del Conflicte Social-, la PAH ha sabido trabajar el empoderamiento individual y colectivo como ningún otro colectivo. Se trata de lo que, desde el propio movimiento, denominan el "trabajo multinivel", consistente en llevar a cabo una constante presión a administraciones y entidades bancarias en paralelo a un trabajo, que casi podríamos denominar "terapéutico", más centrado en la persona o la familia y su caso particular, el apoyo colectivo que se le ofrece y la oportunidad que se le brinda de organizarse y convertir su tragedia personal y familiar en un motivo de lucha. Sin duda, la combinación de la lucha con el apoyo mutuo y la creación de redes reales -no solamente virtuales- es un aspecto clave que cabría analizar más a fondo, puesto que constituye un claro elemento diferencial respecto de otros colectivos y movimientos de la órbita 15M, muy CLIVATGE, número2, 2013 centrados en la difusión de la información a través de la red, pero con poca estructura "real" de apoyo y socialización de la problemática en los barrios y en la calle. Finalmente, sin duda consecuencia de este trabajo colectivo, y a la vez un factor explicativo del éxito de la PAH, su optimismo militante y la solidaridad entre las personas afectadas, en contraposición a la desesperación, la rabia y la culpa en soledad, son elementos que definen el movimiento y, a su vez, explican parcialmente su gran impacto: en un contexto de mayoría absoluta del PP, de austeridad hegemónica e impuesta y de un desánimo generalizado que se ha convertido en uno de los principales inhibidores de la acción colectiva, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha sabido darle la vuelta a la situación y mantener un discurso sorprendentemente optimista que le ha permitido seguir aumentando en número y compromiso, así como probablemente también en unidad y en valía. Nos esperan meses de constante y frenético movimiento -que, dicho sea de paso, obliga a revisar los análisis constantemente, puesto que los acontecimientos suceden muy deprisa y en direcciones diferentes- y también, probablemente, de pequeñas, o no tan pequeñas, victorias de una Plataforma que cada vez cuenta con más aliados, con más activistas y más presencia mediática y que, por si fuera poco, presenta unos repertorios de acción colectiva variados e innovadores, lo cual en sí mismo daría para
otro artículo
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realizada el 10 de Julio de 2013. Montse: Activista afectada de la PAH Terrassa. Entrevista realizada el 24 de Julio de 2013.
José: Activista afectado de la PAH Terrassa. Entrevista realizada el 24 de Julio de 2013.
CLIVATGE, número2, 2013 CLIVATGE, número2, 2013

Source: http://revistes.ub.edu/index.php/clivatge/article/download/10021/12890

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Clinical and Experimental Allergy, 37, 166–173 c 2007 The Authors Journal compilation  c 2007 Blackwell Publishing Ltd Continued need of appropriate betalactam-derived skin test reagents for themanagement of allergy to betalactams M. Blanca , A. Romano , M. J. Torres , P. Demolyz and A. DeWeck‰ Allergy Service, Carlos Haya Hospital, M ´ alaga, Spain, Department of Internal Medicine and Geriatrics, UCSC-Allergy Unit, Complesso Integrato Columbus, Rome

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ABSTRACT N°488 - CIGR Section 6 – NANTES – APRIL 2011 Sym'Previus : Probabilistic approach to simulate bacterial growth in food Florence POSTOLLEC PhD IDEA UNIT PROJECT MANAGER Interactions & dynamics of microbial ecosystems in food Research and Innovation Dpt Créac'h Gwen - F29196 Quimper Cedex - FRANCE